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Cómo calentar un almacén: ventajas e inconvenientes de los principales sistemas de calefacción

Quienes trabajan en un almacén durante la estación fría saben lo importante que es mantener una temperatura aceptable; por ello, es esencial tener en cuenta una serie de factores para garantizar un entorno de trabajo cómodo y productivo para todos. Los almacenes y los grandes espacios industriales, con sus grandes dimensiones -y a menudo techos altos- presentan requisitos de calefacción únicos. Elegir el sistema de calefacción adecuado no es sólo una cuestión de comodidad: también afecta a la salud y la seguridad de los trabajadores, a la conservación de los productos almacenados y a los costes energéticos.

Entender las necesidades de calefacción del almacén

Los almacenes, por su tamaño y sus grandes instalaciones, a menudo expuestas a las variaciones climáticas, requieren una atención especial en lo que se refiere a la calefacción. Como ya se ha mencionado, esta necesidad afecta tanto al confort de los trabajadores como a la conservación óptima de los productos almacenados, que pueden ser sensibles a las variaciones de temperatura.

La elección del sistema de calefacción también tiene implicaciones directas en los costes de la empresa, ya que un sistema eficiente desde el punto de vista energético se traduce en una reducción sustancial de los gastos. También es importante cumplir la normativa local en materia de calefacción y seguridad en el lugar de trabajo.

En resumen, para saber cómo calentar correctamente un almacén, hay que tener en cuenta los siguientes factores:

  • Cuáles son las necesidades de quienes trabajan en el almacén.
  • El tamaño de las zonas que hay que calentar.
  • El grado de aislamiento térmico.
  • Cuántas zonas hay que calentar y cuáles.
  • Durante cuántas horas al día.
  • Cuál es la capacidad de los productos almacenados para soportar variaciones de temperatura.

Cómo calentar un almacén: los principales sistemas de calefacción

Cada sistema de calefacción tiene sus propias peculiaridades y la elección debe guiarse por un análisis exhaustivo de las necesidades específicas del almacén. Examinemos brevemente las características de los principales sistemas de calefacción:

Sistema de calefacción eléctrico

Un sistema eléctrico es eficaz para generar calor inmediato en zonas específicas (o para calentar el aire, que luego se distribuye uniformemente mediante difusores). Sin embargo, el aire caliente generado tiende a subir a la parte superior, dispersándose rápidamente, lo que hace que este sistema sea menos conveniente para grandes espacios como almacenes.

Sistema de calefacción por gas

Este sistema funciona con un quemador de gas, distribuyendo el calor a través de difusores y conductos especiales. En un sistema de gas, la instalación suele ser más económica, pero la eficiencia puede verse comprometida por un mal aislamiento del almacén o por ser demasiado grande. Además, hay que tener en cuenta la variabilidad de los costes del gas y la seguridad del almacén.

Sistema de calefacción por bomba de calor

Los sistemas de bomba de calor son de los más eficientes y sostenibles porque aprovechan la energía térmica del aire o de las aguas subterráneas. Sin embargo, suelen tener unos costes de instalación y mantenimiento más elevados y requieren unas condiciones climáticas exteriores favorables.

Sistema de calefacción por infrarrojos

Los paneles de calefacción por infrarrojos son capaces de calentar zonas específicas del almacén, minimizando las pérdidas de calor. Gracias a la tecnología de infrarrojos, capaz de calentar a personas y objetos de forma directa e inmediata, es posible calentar un almacén de forma muy localizada , con gran eficacia y sin derroches, sólo cuando es necesario.
Al calentar las zonas de trabajo sólo donde es necesario durante el tiempo que las personas están allí, se minimiza el consumo de energía y se reduce enormemente el impacto ecológico.
Además, aprovechando la energía producida por un sistema fotovoltaico o decidiendo utilizar
energía producida exclusivamente a partir de fuentes renovables, es posible hacer que el sistema de calefacción sea aún más sostenible desde el punto de vista medioambiental.
Los calefactores infrarrojos mantienen el confort térmico en los espacios de trabajo
porque no mueven el aire, eliminando así el polvo en suspensión que lo hace insalubre. Eliminan la humedad de los puestos de trabajo, mejorando así el microclima de los trabajadores y garantizando un entorno laboral saludable.

Elegir el sistema de calefacción adecuado a sus necesidades

La elección del sistema de calefacción para un almacén no debe tomarse a la ligera. Es importante tener en cuenta todos los factores para garantizar una inversión eficaz y sostenible.

A la hora de tomar la decisión final sobre el sistema de calefacción más adecuado para un almacén, es necesario evaluar no sólo los aspectos técnicos y las peculiaridades de cada sistema, sino también tener en cuenta la evolución a largo plazo de las necesidades de la empresa. La elección de un sistema de calefacción debe ser, por tanto, un equilibrio entre las necesidades actuales y las perspectivas de futuro, garantizando así una inversión inteligente y adaptable a la evolución de la empresa.

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