Dentro de un taller se realizan actividades artesanales, industriales o de reparación en las que la temperatura del entorno de trabajo es crucial para garantizar un trabajo bien hecho. Especialmente durante el invierno, saber cómo calentar un taller es vital para poder trabajar bien y con seguridad.
Cómo calentar un taller
Los talleres pueden ser muy diferentes entre sí, precisamente por la distinta naturaleza del trabajo que se realiza en ellos; por eso no es posible decir con certeza cuál es el mejor modo de calentar un taller. Sin embargo, los talleres suelen tener una estructura abierta, o parcialmente abierta, con alturas elevadas y puertas amplias para garantizar la entrada de vehículos especiales. Pueden contener diferentes herramientas o máquinas herramienta que afectan a la calidad del aire debido a la elevada producción de humo y polvo.
Calentar un entorno de trabajo de estas características resulta muy complicado; es necesario garantizar una temperatura interna lo más constante posible y que no implique, en la mayoría de los casos, llamas abiertas o chispas. Además, la forma elegida también depende del tamaño del taller, del tipo de actividad que se realice y de las condiciones climáticas del exterior.
Estos son los principales sistemas de calefacción para un taller:
Calefacción de gas
Este modo consiste en utilizar un quemador de gas para generar calor, que luego se difunde por el ambiente a través de un sistema de canalización. La instalación de este sistema suele ser bastante económica, pero con costes muy fluctuantes en función de los precios del gas.
Además, hay que tener en cuenta los costes de las medidas de seguridad del taller y el bajo rendimiento de la calefacción en talleres con grandes pérdidas de calor.
Calefacción eléctrica
La electricidad puede utilizarse para generar calor en una zona muy concreta del ambiente o para calentar el aire que se distribuirá después a través de difusores. Un sistema de calefacción eléctrica es fácil de instalar y ajustar, es bastante eficiente, ya que convierte casi toda la energía en calor, y es relativamente seguro en comparación con otros sistemas de calefacción.
Las desventajas más comunes de calentar un taller con un sistema de calefacción eléctrica se deben a la presencia de espacios grandes y mal aislados térmicamente, en los que mantener una temperatura constante resulta muy difícil, lo que provoca un aumento significativo de los costes.
Calefacción por bomba de calor
Un sistema de calefacción por bomba de calor puede concentrar el calor dentro del taller aprovechando la energía del aire o de las aguas subterráneas.
Este tipo de sistemas son eficientes desde el punto de vista energético, utilizan recursos renovables y suelen tener menos gastos de consumo. También se pueden utilizar para enfriar el taller en verano, lo que ofrece una gran flexibilidad.
Sin embargo, no se puede instalar un sistema de calefacción por bomba de calor en cualquier ambiente, ya que requiere condiciones climáticas específicas para funcionar correctamente. Además, los costes de la instalación y el mantenimiento son muy elevados y difíciles de asumir para la mayoría de los talleres
Calefacción por infrarrojos
Un sistema de calefacción por infrarrojos puede emitir calor aprovechando la capacidad de las ondas infrarrojas para calentar las superficies de los objetos y las personas con las que entran en contacto, pero sin calentar directamente el aire.
Los sistemas de calefacción por infrarrojos son ideales para calentar eficazmente incluso talleres grandes, con una o varias partes al aire libre o con techos muy altos. Su capacidad para calentar directamente las superficies garantiza un buen equilibrio entre la energía emitida y el calor producido, calentando el ambiente de forma rápida y segura. La principal desventaja de los sistemas de calefacción por infrarrojos es su área de acción limitada, que puede calentar una parte muy concreta del ambiente.
¿Realmente merece la pena calentar un taller con un sistema de infrarrojos?
Los calefactores por infrarrojos son una alternativa excelente, económica y segura para calentar un taller, ya que proporcionan calor inmediato y evitan derroches de energía. En comparación con los sistemas de calefacción convencionales, los calefactores por infrarrojos ofrecen numerosas ventajas:
- Calefacción selectiva: un sistema de calefacción por infrarrojos sólo calienta los objetos y las personas que se encuentran en ese espacio, sin calentar el aire y ni creando corrientes de aire en movimiento, lo que evita que se levante polvo y mantiene el aire más limpio.
- Enfoque de calentamiento por zonas: los mejores calefactores por infrarrojos se activan sólo el tiempo necesario y sólo donde es necesario, gracias al enfoque de calentamiento por zonas.
- Silenciosos: los calefactores por infrarrojos son muy silenciosos y resultan adecuados para un uso prolongado en cualquier entorno de trabajo.
- Calentamiento inmediato: los calefactores por infrarrojos generan calor casi instantáneamente, proporcionando un confort térmico inmediato.
- Ecológicos: la tecnología utilizada en los sistemas de calefacción por infrarrojos no emite humos ni contaminantes al aire, ya que no quema combustibles para generar calor, y pueden funcionar con fuentes de energía renovables.
- Ajuste inteligente: los mejores sistemas de calefacción por infrarrojos permiten ajustar la temperatura con gran precisión, incluso desde un smartphone.
- Seguridad: son adecuados para entornos de trabajo en los que es necesario generar calor de forma segura, evitando que se puedan producir incendios.